martes, 7 de julio de 2015

El rumbo de sus pasos.


Las piedras del camino, como cinceles
Esculpen el espíritu del caminante
Engrosando corazas y afilando aceros
Hasta provocar el avance de la pluma.

Como Flor de Invierno la bautizaron
Rara belleza en inhóspito jardín
Que acunó dentro su frío destino
Cuando en manto rojo su familia le dejó

Poca bondad le bastó para crecer
Su sed de venganza necesitó menos
Descendió sin miedo en dignidad
Su belleza fue tan letal como su espada

Uno a uno pagaron por su dolor
Reconociendo tarde en sus ojos la carnada
Tiñendo con su sangre la estela
Indeleble, tras el rumbo de sus pasos.


León Faras.

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