jueves, 26 de diciembre de 2019

Perfecto.


Era un precioso día de primavera, los pájaros no paraban de cantar, los árboles viejos exhibían brotes nuevos, las estatuas, atormentadas por la humedad y el excremento de incontables generaciones de aves, lucían sabias y longevas. Lucio paseaba junto a su viejo maestro entre las tumbas de sus ancestros, “Apolonia dice que el sitio donde van los muertos, es un lugar donde todo es perfecto, los alimentos son perfectos, los lechos son perfectos, incluso el clima es perfecto, ¿Tú qué piensas?” El viejo maestro respondió sin dejar de caminar pausadamente, “Me temo mucho que eso no sea cierto, joven alteza, no porque un lugar así no exista, que existe, sino porque no hay ser humano dispuesto a aceptar que todo pueda ser perfecto” “Bueno…” dijo el joven príncipe con seria convicción y madurez, “…si todo fuera perfecto, yo estaría dispuesto a aceptarlo y reconocerlo” el joven se quedó esperando una réplica, pero el viejo guardo silencio. Al cabo de unos segundos, el príncipe recordó algo, “Espera ¿Dónde está ese lugar que dices que existe donde todo es perfecto?” El maestro no lo miró ni se detuvo para responderle, “Estamos en él, Alteza, siempre estamos en él”



León Faras.

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